La nación a la carta, Que tal esta idea?

Estonia es uno de los países pioneros en la materia. El país está redefiniendo lo que significa “ciudadano”. Después del lanzamiento del programa de e-residencia, alrededor de 30 000 ciudadanos del mundo se han beneficiado del estatus^[1]. Sin embargo, el e-estoniano está todavía gateando: el objetivo es de 10 millones de e-residentes para el 2025, para un país que cuenta actualmente con 1,35 millones de ciudadanos.^[2]

A lo largo del artículo, mientras que detallamos lo que la noción de Nación Como Servicio (NCS/NaaS - Nation as a Service) implica, se darán cuenta que los servicios que propone ya existen en los países normales. De hecho, la NCS se construye sobre lo que se tiene, pero esta va más lejos que las naciones actuales, la nación en sí se convierte en algo diferente.

El nacimiento de la nación como servicio.

Propuse este concepto por la primera vez en un artículo muy básico (inglés únicamente - el artículo no era muy bueno, y era muy escueto para pasar el filtro de Ecocrypto) que salió de mi cabeza a Medium en apenas 90 minutos. Comenzaba con una fábula cargada que asustó algunos lectores e hirió la sensibilidad política de otros. No me arrepiento de mi enredo, pero hoy quiero proponer un enfoque verdaderamente más formal del concepto.

Cuando presenté el concepto, sugerí cuatro pilares para la nación como servicio:

El concepto de Nación-Estado tal como lo conocemos se vuelve obsoleto. La naciones ordinarias están en descomposición o si un poder real. En el vacío que dejan detrás de ellas, nacen naciones digitales. Pueden ser construidas a partir de naciones existentes (como Estonia), completamente digitales (Decenturión por ejemplo), o incluso el recaudo de fondos (por ICO?) para eventualmente adquirir su tierra. Esas naciones digitales ofrecen inicialmente los mismos servicios que las naciones clásicas, generalmente en un panorama mas reducido: Estonia por ejemplo se concentra en la identidad y la regulación de las empresas. Posteriormente, las naciones como servicio más avanzadas extenderán su oferta: finanzas, moneda, seguridad social, educación… Todo puede pasar. Finalmente, es el fin del derecho del suelo - la ciudadanía adquirida por el simple hecho de haber nacido en algún lugar, o el derecho de sangre -la ciudadanía por la descendencia. Los ciudadanos compararán las ofertas de diferentes naciones y elegirán. Quizás tendrán que pagar por el servicio (la e-residencia estoniana cuesta 100€ la inscripción). Por lo tanto, las naciones competirán entre sí para atraer los ciudadanos y será posible una concentración excesiva, ya que no existiría una limitación física al número de ciudadanos que una nación pueda tener. Veremos nacer la noción de “portabilidad de la ciudadanía”: cambiar de nación será más fácil que cambiar de proveedor de internet. Creo que estos cuatro pilares son pertinentes pero hoy me gustaría profundizar un poco más.

Una definición formal de la nación como servicio

Vayamos al punto:

La Nación Como Servicio (NCS) propone una ciudadanía digital, fraccionada y accesible. La definición es corta pero densa - analicémosla metódicamente.

La nación como servicio es digital

La idea es nueva, surgió en estos últimos años. La que podría ser potencialmente la primera verdadera NCS - la e-Estonia, abrió sus puertas hace sólo tres años. Como estas naciones nacen en un mundo digitalizado, observamos un cambio de paradigma que se traduce por la integración de conceptos digitales en la definición misma de estado:

• Prioridad numérica: todos los servicios son públicos, disponibles en línea y accesibles a distancia.
• Apertura de datos (open data): los datos públicos son accesibles a través de API’s. Esto permite la creación de servicios de terceros para la infraestructura pública: el ejemplo más importante de este concepto, son las API’s que nos dan las horarios de buses/trenes/metros, ya disponibles en la mayoría de las grandes ciudades.
• Intercambio de datos entre los servicios públicos: no será necesario de integrar dos veces la misma información, incluso en dos servicios públicos diferentes. Integrar la información una sola vez será suficiente - la información circula entre los diferentes servicios pertinentes de manera transparente y con su consentimiento.

En la práctica puede ser un poco más difícil de concebir estos conceptos. Déjenme llevarlos a e-Estonia donde Kaspar Korjus (responsable del programa de e-residencia) nos muestra lo que significa en la vida diaria, con el nacimiento de su hijo Ruufus:

[Traducción personal de Kaspar, quien se expresa en inglés en el artículo]

Esta información [el nombre, el sexo, la fecha de nacimiento y la identidad de los padres, registrados desde el nacimiento por el médico en el hospital] es muy útil desde el principio porque los diferentes servicios gubernamentales los necesitarán para proporcionarnos [a los padres] un mejor servicio: planificar desde el nacimiento los controles de salud, atribuir las licencias de paternidad y maternidad, hasta prever lo necesario para el cuidado del niño. En la mayoría de los países, esto sería un calvario para los padres, pero en Estonia la información se intercambia libremente entre los diferentes servicios y agencias gubernamentales, en el marco de un sistema de intercambio de información seguro y transparente llamado el X-road.
Recordemos que la e-Estonia es una nación digital que se construye sobre una nación física. Imaginense el nivel de eficacia al que puede llegar una nación completamente digital desde el primer día!

La nación como servicio propone una ciudadanía fraccionada

La ciudadanía de una NCS no es equivalente a una ciudadanía real. Hasta el momento, los e-residentes estonianos pueden abrir una cuenta bancaria o establecer una sociedad en Estonia, pero no se pueden instalar en Estonia o votar en las elecciones. Esta decisión has sido tomada ante todo por razones de pragmatismo: es más fácil comenzar con un esquema pequeño y bien definido.

A medida que se desarrollan estas nuevas naciones, nuevos atributos serán propuestos. Dado que la noción de ciudadanía única e idéntica para todos se extingue, la lógica ahora puede llevarse mucho más lejos.

Habrá diferentes niveles de ciudadanía que permitirán el acceso a diferentes servicios. EL nivel más bajo puede resumirse a la verificación de identidad (pasaporte, tarjeta de identidad), mientras que el nivel más elevado podrá proponer una oferta der servicios más parecida a una ciudadanía clásica o mucho más completa.

La ciudadanía por subscripción

El modelo por subscripción es la consecuencia directa de la ciudadanía fraccionada. Como la ciudadanía está dividida en diferentes partes, podemos pensar en la creación de un modelo por subscripción, con diferentes ofertas, desde la ciudadanía empresarial hasta la ciudadanía total.

Como lo mencioné anteriormente la e-residencia estoniana aún no está bajo esta modalidad. Es probable que esto cambie muy pronto para adoptar la forma de una subscripción mensual o anual con diferentes opciones de ciudadanía. Aquí les presento las que ya se pueden considerar, desde la más básica hasta la más avanzada. Las dos primeras ya están disponibles en e-Estonia.

1. Ciudadanía de identidad: proporciona al ciudadano un documento (pasaporte u otro) en el que le permite acreditar su identidad frente a los servicios públicos y privados.
2. Ciudadanía de negocios: le permite al ciudadano abrir una cuenta bancaria en el país y de establecer una empresa.
3. Ciudadanía local: el ciudadano puede votar en las elecciones locales (ciudad/región) y crear asociaciones.
4. Ciudadanía política: el ciudadano puede votar en elecciones nacionales y otras consultaciones populares como referendos.
5. Adhesión al programa de seguridad sociale
6. Adhesión al régimen de retiro nacional
7. Acceso integral a la ciudadanía.

*Nota: estos niveles de ciudadanía serán probablemente sometidos a otras condiciones que el simple reglamento de la subscripción - como por ejemplo haber sido un e-ciudadano durante X número de años.

Portabilidad de la ciudadanía

Otra consecuencia directa de las tres características descritas anteriormente es la noción de portabilidad de la ciudadanía. Dado que la ciudadanía se somete a un modelo por subscripción, lo que antes era un caso excepcional - cambiar de nacionalidad - se convierte en algo común.

Con la multiplicación de ciudadanías fraccionadas disponibles por subscripción, los « prospectos » podrían iniciar a comparar las ofertas de los diferentes (e-)países, incluso mezclarlas parta optimizar sus situaciones. Las e-Naciones tendrán que prever esta tendencia y proponer un sistema de portabilidad simple y eficaz para facilitar el cambio de una NCS a otra.

Conclusión

Este artículo no es más que un análisis que propone un marco para entender el cambio de paradigma que se está produciendo en la propia definición de lo que es una nación. He tratado de ser lo más neutral posible.

Sin embargo, creo que los cambios descritos en este artículo tendrán muchas consecuencias que aún no pueden ser consideradas. Todavía soy incapaz de saber cómo, yo, personalmente me siento frente a este tema. Basculo entre la curiosidad y la ira, la fascinación y la desesperanza. Y usted?

Estonia es uno de los países pioneros en la materia. El país está redefiniendo lo que significa “ciudadano”. Después del lanzamiento del programa de e-residencia, alrededor de 30 000 ciudadanos del mundo se han beneficiado del estatus^[1]. Sin embargo, el e-estoniano está todavía gateando: el objetivo es de 10 millones de e-residentes para el 2025, para un país que cuenta actualmente con 1,35 millones de ciudadanos.^[2]

A lo largo del artículo, mientras que detallamos lo que la noción de Nación Como Servicio (NCS/NaaS - Nation as a Service) implica, se darán cuenta que los servicios que propone ya existen en los países normales. De hecho, la NCS se construye sobre lo que se tiene, pero esta va más lejos que las naciones actuales, la nación en sí se convierte en algo diferente.

El nacimiento de la nación como servicio.

Propuse este concepto por la primera vez en un artículo muy básico (inglés únicamente - el artículo no era muy bueno, y era muy escueto para pasar el filtro de Ecocrypto) que salió de mi cabeza a Medium en apenas 90 minutos. Comenzaba con una fábula cargada que asustó algunos lectores e hirió la sensibilidad política de otros. No me arrepiento de mi enredo, pero hoy quiero proponer un enfoque verdaderamente más formal del concepto.

Cuando presenté el concepto, sugerí cuatro pilares para la nación como servicio:

El concepto de Nación-Estado tal como lo conocemos se vuelve obsoleto. La naciones ordinarias están en descomposición o si un poder real. En el vacío que dejan detrás de ellas, nacen naciones digitales. Pueden ser construidas a partir de naciones existentes (como Estonia), completamente digitales (Decenturión por ejemplo), o incluso el recaudo de fondos (por ICO?) para eventualmente adquirir su tierra. Esas naciones digitales ofrecen inicialmente los mismos servicios que las naciones clásicas, generalmente en un panorama mas reducido: Estonia por ejemplo se concentra en la identidad y la regulación de las empresas. Posteriormente, las naciones como servicio más avanzadas extenderán su oferta: finanzas, moneda, seguridad social, educación… Todo puede pasar. Finalmente, es el fin del derecho del suelo - la ciudadanía adquirida por el simple hecho de haber nacido en algún lugar, o el derecho de sangre -la ciudadanía por la descendencia. Los ciudadanos compararán las ofertas de diferentes naciones y elegirán. Quizás tendrán que pagar por el servicio (la e-residencia estoniana cuesta 100€ la inscripción). Por lo tanto, las naciones competirán entre sí para atraer los ciudadanos y será posible una concentración excesiva, ya que no existiría una limitación física al número de ciudadanos que una nación pueda tener. Veremos nacer la noción de “portabilidad de la ciudadanía”: cambiar de nación será más fácil que cambiar de proveedor de internet. Creo que estos cuatro pilares son pertinentes pero hoy me gustaría profundizar un poco más.

Una definición formal de la nación como servicio

Vayamos al punto:

La Nación Como Servicio (NCS) propone una ciudadanía digital, fraccionada y accesible. La definición es corta pero densa - analicémosla metódicamente.

La nación como servicio es digital

La idea es nueva, surgió en estos últimos años. La que podría ser potencialmente la primera verdadera NCS - la e-Estonia, abrió sus puertas hace sólo tres años. Como estas naciones nacen en un mundo digitalizado, observamos un cambio de paradigma que se traduce por la integración de conceptos digitales en la definición misma de estado:

• Prioridad numérica: todos los servicios son públicos, disponibles en línea y accesibles a distancia.
• Apertura de datos (open data): los datos públicos son accesibles a través de API’s. Esto permite la creación de servicios de terceros para la infraestructura pública: el ejemplo más importante de este concepto, son las API’s que nos dan las horarios de buses/trenes/metros, ya disponibles en la mayoría de las grandes ciudades.
• Intercambio de datos entre los servicios públicos: no será necesario de integrar dos veces la misma información, incluso en dos servicios públicos diferentes. Integrar la información una sola vez será suficiente - la información circula entre los diferentes servicios pertinentes de manera transparente y con su consentimiento.

En la práctica puede ser un poco más difícil de concebir estos conceptos. Déjenme llevarlos a e-Estonia donde Kaspar Korjus (responsable del programa de e-residencia) nos muestra lo que significa en la vida diaria, con el nacimiento de su hijo Ruufus:

[Traducción personal de Kaspar, quien se expresa en inglés en el artículo]

Esta información [el nombre, el sexo, la fecha de nacimiento y la identidad de los padres, registrados desde el nacimiento por el médico en el hospital] es muy útil desde el principio porque los diferentes servicios gubernamentales los necesitarán para proporcionarnos [a los padres] un mejor servicio: planificar desde el nacimiento los controles de salud, atribuir las licencias de paternidad y maternidad, hasta prever lo necesario para el cuidado del niño. En la mayoría de los países, esto sería un calvario para los padres, pero en Estonia la información se intercambia libremente entre los diferentes servicios y agencias gubernamentales, en el marco de un sistema de intercambio de información seguro y transparente llamado el X-road.
Recordemos que la e-Estonia es una nación digital que se construye sobre una nación física. Imaginense el nivel de eficacia al que puede llegar una nación completamente digital desde el primer día!

La nación como servicio propone una ciudadanía fraccionada

La ciudadanía de una NCS no es equivalente a una ciudadanía real. Hasta el momento, los e-residentes estonianos pueden abrir una cuenta bancaria o establecer una sociedad en Estonia, pero no se pueden instalar en Estonia o votar en las elecciones. Esta decisión has sido tomada ante todo por razones de pragmatismo: es más fácil comenzar con un esquema pequeño y bien definido.

A medida que se desarrollan estas nuevas naciones, nuevos atributos serán propuestos. Dado que la noción de ciudadanía única e idéntica para todos se extingue, la lógica ahora puede llevarse mucho más lejos.

Habrá diferentes niveles de ciudadanía que permitirán el acceso a diferentes servicios. EL nivel más bajo puede resumirse a la verificación de identidad (pasaporte, tarjeta de identidad), mientras que el nivel más elevado podrá proponer una oferta der servicios más parecida a una ciudadanía clásica o mucho más completa.

La ciudadanía por subscripción

El modelo por subscripción es la consecuencia directa de la ciudadanía fraccionada. Como la ciudadanía está dividida en diferentes partes, podemos pensar en la creación de un modelo por subscripción, con diferentes ofertas, desde la ciudadanía empresarial hasta la ciudadanía total.

Como lo mencioné anteriormente la e-residencia estoniana aún no está bajo esta modalidad. Es probable que esto cambie muy pronto para adoptar la forma de una subscripción mensual o anual con diferentes opciones de ciudadanía. Aquí les presento las que ya se pueden considerar, desde la más básica hasta la más avanzada. Las dos primeras ya están disponibles en e-Estonia.

1. Ciudadanía de identidad: proporciona al ciudadano un documento (pasaporte u otro) en el que le permite acreditar su identidad frente a los servicios públicos y privados.
2. Ciudadanía de negocios: le permite al ciudadano abrir una cuenta bancaria en el país y de establecer una empresa.
3. Ciudadanía local: el ciudadano puede votar en las elecciones locales (ciudad/región) y crear asociaciones.
4. Ciudadanía política: el ciudadano puede votar en elecciones nacionales y otras consultaciones populares como referendos.
5. Adhesión al programa de seguridad sociale
6. Adhesión al régimen de retiro nacional
7. Acceso integral a la ciudadanía.

*Nota: estos niveles de ciudadanía serán probablemente sometidos a otras condiciones que el simple reglamento de la subscripción - como por ejemplo haber sido un e-ciudadano durante X número de años.

Portabilidad de la ciudadanía

Otra consecuencia directa de las tres características descritas anteriormente es la noción de portabilidad de la ciudadanía. Dado que la ciudadanía se somete a un modelo por subscripción, lo que antes era un caso excepcional - cambiar de nacionalidad - se convierte en algo común.

Con la multiplicación de ciudadanías fraccionadas disponibles por subscripción, los « prospectos » podrían iniciar a comparar las ofertas de los diferentes (e-)países, incluso mezclarlas parta optimizar sus situaciones. Las e-Naciones tendrán que prever esta tendencia y proponer un sistema de portabilidad simple y eficaz para facilitar el cambio de una NCS a otra.

Conclusión

Este artículo no es más que un análisis que propone un marco para entender el cambio de paradigma que se está produciendo en la propia definición de lo que es una nación. He tratado de ser lo más neutral posible.

Sin embargo, creo que los cambios descritos en este artículo tendrán muchas consecuencias que aún no pueden ser consideradas. Todavía soy incapaz de saber cómo, yo, personalmente me siento frente a este tema. Basculo entre la curiosidad y la ira, la fascinación y la desesperanza. Y usted?